Del home office y el comercio electrónico, a los robots y la 5G, la tecnología no sólo ha sido la pieza clave en la continuidad de las actividades laborales, escolares y comerciales, también es la piedra angular para el desarrollo de los paradigmas de la llamada “nueva normalidad” a la que nos enfrentamos.
Desde apps que brindan información general sobre la enfermedad y permiten el autodiagnóstico, hasta el uso de robots y la tecnología de rastreo, universidades, desarrolladores y compañías tecnológicas se han dado a la tarea de generar servicios y productos que permitan disminuir el impacto sanitario, social y económico causado por la bien conocida crisis de coronavirus.
Entre las propuestas más controversiales se encuentra la interfaz creada por Google y Apple, que permite realizar un rastreo de las personas que han estado en contacto con contagiados de COVID-19.
La propuesta de estas compañías se basa en la tecnología bluetooth de baja energía, con la que dos teléfonos móviles pueden detectarse entre sí cuando están en distancias cortas, de entre 0 y 2 metros, sin necesidad de recurrir a la localización por GPS o las antenas de las compañías telefónicas.
Aunque la mayor parte de las propuestas se han concentrado en la prevención y seguimiento de casos, también existen otras que buscan ayudar al diagnóstico temprano. Como es el caso de Detect, una aplicación que utiliza los registros de salud recabados por los relojes inteligentes o wearables.
Esta aplicación se encuentra en desarrollo y se basa en la información que la Universidad de Stanford y el Scripps Research Translational Institute han recabado durante varios años de los registrados que realizan los Fitbit, Apple Watch, Germin, Biostrap y otros wearables.
Otra de las iniciativas internacionales es la creación de Sunburst UV Bot, un robot creado en Singapur desarrollado para combatir el coronavirus con luz ultravioleta en lugar de químicos. Hasta ahora se ha utilizado para desinfectar las superficies y espacios difíciles de alcanzar para un humano.
Las medidas tecnológicas que se están aplicando en nuestro país se han concentrado mayormente en dar respuesta a las necesidades inmediatas de la emergencia sanitaria por medio de la aplicación COVID-19MX, desarrollada y donada por BBVA y Santander, cuyo objetivo es crear un vínculo directo entre la población y el gobierno federal.
Entre las funciones principales de esta app se encuentran el proporcionar información general sobre el virus, contactar a los servicios de emergencia y realizar un “autodiagnóstico” rápido por medio de un formulario de preguntas.
Lo que es claro hasta ahora, es que la tecnología es y seguirá siendo una de las principales herramientas en la batalla contra el coronavirus y en el establecimiento de las normas y protocolos de la nueva normalidad.
FUENTE: El País Retina, mayo 2020