Todos los años la producción agropecuaria está expuesta a las adversidades que puedan presentarse en el clima; sequías, plagas, inundaciones o enfermedades son de las más comunes, lo cual, según la OCDE y el Banco Mundial la convierte en una de las actividades económicas de más alto riesgo por su variabilidad.
De acuerdo con la revista Global de Negocios, en México tan solo el 55.55 por ciento de la superficie sembrada en el país cuenta con la cobertura de algún esquema de aseguramiento, lo cual visibiliza la falta de cultura de contratar un seguro para proteger el patrimonio de las familias mexicanas, aun cuando es la actividad agropecuaria una de las principales labores económicas que son fuente de empleo e ingresos para nuestro país.
A finales del 2018 se dieron a conocer algunas cifras que reflejaban los daños que habían sufrido los cultivos; se estima que aproximadamente 60 mil hectáreas de cultivo fueron afectadas en regiones como el Bajío y Tierra Caliente. Las principales afectaciones son a causa de las fuertes lluvias que provocaron el desbordamiento de ríos e inundaciones en zonas de cultivo, dañando la producción de más de 6000 productos, entre los que sobresalen el maíz, sorgo, aguacate y hortalizas.
Dichas cifras representan un aumento del 10 por ciento respecto al año anterior (2017) donde las afectaciones registradas en tierras de cultivos fueron menores. El monto estimado que deberán cubrir las aseguradoras es de aproximadamente 60 millones de pesos, es por ello que un seguro de daños agropecuarios puede representar una estabilidad y seguridad económica a los agricultores, pues protege su patrimonio ante los constantes cambios climáticos que afronta el país.
El secretario de Desarrollo Rural explicó que aun cuando los agricultores no están registrados deben presentar declaraciones en caso de verse afectados, pues ello permite hacer un recuento total y real de la magnitud del problema. Una de las principales deficiencias es el desconocimiento de los seguros en materia agropecuaria.
Actualmente las diferentes aseguradoras del país ofrecen atención de seguros personalizados que se adaptan a las necesidades y demandas del sector, buscando proteger al sector primario del país, brindando una estabilidad en los ingresos en caso de así requerirse.