Dentro de los resultados al cierre del tercer trimestre del 2008 se registraron varios índices importantes para el sector asegurador. Uno de ellos, el que se refiere al crecimiento general, muestra un 3.32% sobre el mismo periodo del 2007. Sin duda una cifra que inquieta en función del presupuesto que se determinó al inicio del ejercicio.
Sin embargo el mayor impacto negativo lo tiene el índice de las operaciones de Daños que arrojaron un comportamiento de -9.52%. Por su parte otros indicadores reportan un comportamiento satisfactorio sobre todo si se toma en cuenta el escenario económico que ofrece bajas expectativas de recuperación en el corto plazo.
Específicamente las operaciones de personas y automóviles indican comportamientos considerablemente positivos precisamente dentro del entorno de desaceleración económica que prevalece desde el inicio del año y que entró en una etapa aguda a partir de agosto del presente ejercicio.
Las campañas de difusión que en forma institucional estuvieron al aire han contribuido sin duda a mantener en esos niveles los índices de crecimiento. Pero particularmente los esfuerzos que por su parte han realizado en lo individual las asociadas que promueven dichas operaciones también han sido factor.
Especial señalamiento merece la labor de los intermediarios que se ocupan principalmente de los ramos individuales, tanto en las operaciones de vida, autos y accidentes personales, su desempeño al respecto ha contribuido de manera directa a lograr esos resultados.
Se espera un cierre de año con pocas modificaciones en cuanto al panorama económico y, si bien son épocas donde circulan recursos, el público se concentra más en los gastos y obsequios propios de la temporada que en la prevención y protección de su patrimonio; habrá que redoblar esfuerzos para difundir y promover de manera enfática la conveniencia de contar con instrumentos que garanticen tranquilidad en el mediano y largo plazo.