A 18 meses del inicio de la pandemia por la COVID-19, ésta ya es el evento más costoso en la historia para la industria aseguradora mexicana. Así lo afirmó en conferencia de prensa el vicepresidente de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), Edgar Karam, el pasado 30 de septiembre.
La COVID-19 ya rebasa otros eventos como el huracán Wilma de 2005, el sismo del 19 de septiembre de 2017 y el huracán Odile de 2014. Hasta el momento el costo asciende a 2 mil 495 millones de dólares, y la pandemia aún no termina.
Mientras que estos eventos tuvieron un impacto mayormente patrimonial, la contingencia sanitaria ha afectado principalmente las vidas humanas, por lo que los seguros de vida y gastos médicos han sido los que más solicitudes de pago han generado, siendo el primero el que ha representado mayores costos debido a la lamentable pérdida de miles de personas que, en este escenario, contaban con una póliza.
Frente a esta situación, las aseguradoras de México realizaron un esfuerzo sin precedentes para proporcionar protección ante la COVID-19 a las 11.3 millones de personas que tenían una póliza de gastos médicos mediante un endoso, dado que, normalmente, estos seguros no incluían coberturas por pandemia o epidemia.
Asimismo, dieron mayor flexibilidad de pago de las primas e implementaron protocolos para garantizar la atención remota de clientes para mantener su confianza y seguridad.
Al cierre de septiembre, las aseguradoras mexicanas entregaron 50 mil 49 millones de pesos por seguros de vida y gastos médicos a 165 mil 425 familias. De este total, 21 mil 266 millones de pesos han sido por concepto de gastos médicos y 28 mil 783 millones por vida.
El caso de mayor monto pagado por una póliza de gastos médicos, hasta el momento, es de 40.6 millones de pesos, debido al tratamiento y estadía hospitalaria. Mientras que el caso más costoso de una indemnización de vida ha sido por 68 millones 520 mil pesos.
Sobre los fallecimientos registrados por edad, la mayor cifra es la de personas de 50 a 69 años pese a haber un repunte de contagios entre niños y jóvenes.
De acuerdo con Norma Alicia Rosas, directora general de la AMIS, esto puede deberse a que la población adulta es la que más cuenta con un instrumento financiero de protección y, por lo tanto, no tienen detectada un alza en los grupos sociales de menor edad.
Desde el inicio de la pandemia por la COVID-19, la industria aseguradora ha demostrado que cuenta con la solvencia para seguir enfrentando este evento y refrenda su compromiso con sus asegurados para seguir atendiendo los casos que se presenten.