Durante el 2008 se ajustó el presupuesto de crecimiento del sector. Inició en un 9% y hacia el segundo semestre se propuso un 6%. No obstante, la situación económica doméstica, afectada por la reportada a nivel global, se comportó de forma más severa en cuanto que se convirtió en una crisis emergente de efectos muy considerables.
Si durante los primeros tres trimestres, los esfuerzos de las compañías y del sector, aunados a un desempeño satisfactorio de la fuerza de ventas y de los demás canales de distribución lograron mantener niveles adecuados en lo que se refiere a los ramos de líneas personales; para el último trimestre se espera un cierre de ejercicio que colocará el indicador de crecimiento entre el 3.5% y 3.7% con respecto del 2007.
Ese indicador se deriva de una serie de hipótesis que se explican en las diferentes secciones de la presente edición de D’seguro. Se recomienda su lectura.
El índice mencionado continuará teniendo como factor principal las operaciones de Daños cuyo indicador seguirá mostrando decrecimiento. Por su parte los ramos de vida, gastos médicos y autos residentes presentarán resultados satisfactorios (sin que supongan autocomplacencia) considerando el entorno adverso en el que se desarrollan.
Lo más importante es que el escenario económico ofrece pocas posibilidades de mejora en el corto plazo y prevalecerá por lo menos durante el primer semestre. Esto supone a su vez y como respuesta y contrapeso, la continuidad de esfuerzos específico en la intermediación de los ramos de líneas personales. Esto no sólo durante el primer semestre sino en todo el ejercicio 2009 ya que en cuanto se observen mejora o una sensible reactivación económica habrá que aprovecharla para recuperar el terreno.