Durante 2008 el sector asegurador mexicano arrojó resultados que, a pesar de la situación financiera, indican un comportamiento mejor al que pudiera suponerse, mostrando mayor madurez de la que se observó en situaciones similares en el pasado. Como ejemplo en la gráfica 1 se ilustra el comportamiento PIB-Primas en la década de los 90’s donde el ‘error de diciembre’ del 94 impactó severamente el ritmo de crecimiento del sector, que se recuperó hasta 1997:
En efecto, mientras en el 2008 el país decreció un 1%, la venta de automóviles nuevos cayó en 27%, la tasa de desempleo llegó a niveles de 7% y el peso se depreció un 40%, el sector mostró un índice de crecimiento del 0.81%, lo que se puede interpretar como un comportamiento favorable dentro de un entorno completamente adverso.
Los indicadores mencionados afectan al público en general y de los sectores productivos en particular en su disposición a contratar programas de previsión y protección, colocándolos como de baja prioridad en sus partidas de egreso.
Otro aspecto que impactó los resultados fue la disposición de no utilizar los lineamientos del Boletín B-10, de modo que las primas del año 2007 están impactadas con los efectos de la inflación, pero no así las de 2008. El análisis correspondiente se encuentra en la sección Resultados generales.
Aún así, las operaciones de Vida y Accidentes arrojaron indicadores de crecimiento satisfactorios si se consideran las condiciones que prevalecieron durante el ejercicio que terminó.
Será sin duda interesante consultar cada una de las secciones que conforman la presente edición de D’seguro; ahí se amplía el análisis del desempeño de las operaciones y ramos en el entorno desfavorable que ofreció el 2008.