Durante todo el 2009, los seguros de Líneas Personales, entendidos como aquellos que cubren las necesidades de las personas independientemente de su actividad y profesión, es decir las relativas a su familia y patrimonio; han mostrado una contribución a la cartera ttal, menor a la que se observó durante 2008.
La protección que brindan esas pólizas no depende de si se contrató en forma individual o mediante y gracias a las prestaciones que ofrecen las diferentes empresas y organizaciones, por lo que si el canal que intervino, cuenta con cédula categoría A, B ó C, no es lo relevante ante el asegurado. Lo importante es que está cubriendo sus necesidades específicas, de modo que se incluyen tanto las Operaciones de Pensiones los seguros de grupo y colectivo de los seguros de Vida y Accidentes y Enfermedades, como las flotillas de autos residentes. Dado el enfoque del análisis no se incluye en esta ocasión las operaciones de daños.
En la presente edición de D’Seguro, se presenta un análisis de la contribución que esas Líneas Personales proporcionan al total de la cartera. Sólo quedan fuera del alcance del análisis las pólizas familiares, ya que las primas que de ahí derivan se diluyen en las de los ramos que las constituyen.
El contenido de nuestra presente edición, cobra importancia en función de qué tanto ha variado en la contribución el comportamiento de los ramos correspondientes, ante la situación económica imperante desde el último trimestre del 2008 y hasta el corte del tercer trimestre de 2009 (cuyos resultados al cierre anual del ejercicio aparecerán en cuanto se aprueben las cifras oficiales). En adición, es importante tomar en cuenta que los ramos en cuestión son intermediados por más del 80% de los canales, incluidos agentes y otros intermediarios institucionales.
Por lo anterior, se recomienda su lectura para apoyar la visión y los criterios con los que se ha de normar la fijación de metas del ejercicio 2010 que comienza.