Fuente: El Asegurador, Edición 766 Página: 26
Autor: Francisco Oliveros Fecha: 15 de septiembre de 2016
El incremento de la inseguridad en carreteras y urbes de nuestro país está impactando directamente en los gastos operativos de las compañías transportistas. Éstas han indicado, a través de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), que sus gastos operativos se han elevado en un 4 por ciento producto del alza en el precio de los seguros, o incluso han afirmado que hay aseguradoras que se están negando a extenderles una póliza.
Es una realidad que la inseguridad es un factor de mercado que afecta a todos los sectores económicos de nuestro país, pero también debemos verlo como una oportunidad para concientizar no sólo a los transportistas -que por ley tienen la obligación de responder en caso de robo por un porcentaje del valor de la carga, según su tonelaje-, sino también al dueño de la carga de la necesidad de contratar un seguro, que, además de cubrir las pérdidas económicas del ilícito, puede ser un aliado para prevenir que éste suceda.
Una empresa con actividad industrial puede ver seriamente dañada en su reputación por incumplimientos; ante ello, es perentorio que tome el control de su mercancía e implemente medidas de prevención para reducir su exposición al riesgo. Hay que recordar que no hay siniestro más económico, más barato, que aquel que no sucede.
Cuando la aseguradora ve que el cliente está involucrado en la seguridad de su mercancía; que utiliza transportistas con buena reputación, rastreo satelital, bitácoras y controles de los caminos; que por política usa carreteras de cuota; que no sobrecarga el camión y divide la mercancía de manera que no vaya en un solo embarque; o que incluso diversifica los medios de transporte, evidentemente hará un esfuerzo para un ajuste a la baja en sus tarifas.
Esto es lo que debemos transmitir a los dueños de la carga, para que vean que pagar un seguro no es un lujo, sino una necesidad.
De acuerdo con la empresa FreightWatch International, autora de un reporte de inteligencia sobre el robo de carga en México para el primer trimestre del año, en este periodo se registraron un total de 266 incidentes, y en el 67.8 por ciento de los casos el chofer fue privado de la libertad.
En 2015, según el índice de siniestralidad reportado por la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), las mercancías más robadas fueron licores y abarrotes, con un incremento de 21 por ciento, al registrar mil 400 eventos; automóviles y camiones transportados, con un aumento de 14 por ciento y 971 eventos; maquinaria nueva y refacciones aumentó 6 por ciento, con 433 eventos; mercancía general aumentó 5 por ciento, y registró 311 incidentes; y equipo electrónico y refacciones aumentó 3 por ciento, con 207 eventos.
En total, AMIS reportó 6 mil 858 eventos, lo que representa un incremento de 5 por ciento en este ilícito; y el sector pagó mil 777 millones de pesos en reclamaciones, lo que significó un crecimiento del 27 por ciento.
La entidad más afectada fue Ciudad de México, con el 30 por ciento de los incidentes, seguida del Estado de México, con el 18 por ciento; Jalisco, con el 10 por ciento; y Nuevo León, con el 5 por ciento.
Si normalmente la industria reacciona a factores exógenos, como nuevas tecnologías, modas, tendencias, nuevos canales de distribución, etcétera, también debería hacerlo ante este tipo de circunstancias, porque estas cifras son una muestra innegable del clima de inseguridad que se vive en el país.