La obesidad y el sobrepeso es la otra epidemia a la que se enfrenta México y afecta 73% de la población, sin embargo, el riesgo de presentar complicaciones y requerir tratamientos médicos muy costosos a causa de enfermedades como la diabetes y la hipertensión ha generado cierto debate para muchas compañías de seguros.
De acuerdo con los datos del estudio “La pesada carga de la obesidad” de la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), el sobrepeso y las enfermedades cardiovasculares han tenido repercusiones importantes en nuestro país, tanto para la esperanza de vida, la cual se ha visto reducida en más de 4 años, como para la economía nacional, que por la misma causa enfrenta una disminución de 5.3% del PIB.
En México 1 de cada 3 adultos padecen sobrepeso, lo cual ha sido un factor importante para la alta tasa de mortalidad que se ha presentado en el país, con respecto a otras naciones, a causa de la pandemia por coronavirus.
Según el informe diario sobre COVID-19, del total de las personas que han fallecido por complicaciones del virus, 70% han tenido alguna comorbilidad como hipertensión, obesidad, diabetes, tabaquismo, o algún padecimiento cardiovascular.
Disponer de un seguro de vida es de suma importancia para una persona que vive con diabetes o hipertensión, sin embargo, anualmente la pérdida económica que se atribuye en México a la obesidad y a las patologías resultantes de ésta, es de más de 250,000 millones de pesos.
Una persona con enfermedades cardiovasculares puede sufrir afectaciones significativas en su productividad y deterioro de sus funciones cognitivas, además de requerir atención médica constante, factores que los vuelven una población vulnerable y con riesgos difíciles de asegurar.
El Índice de Masa Corporal (IMC) de los solicitantes, así como el estado de salud, son áreas claves que determinan la posibilidad de obtener un seguro y aunque en la actualidad cada vez más compañías se encuentran diseñando productos para personas con diabetes, el costo de las primas de estos productos continúa siendo mucho más elevado a la de otras personas que representan riesgos menores.
En los últimos 25 años, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares se han triplicado, pues hasta 1996 sólo 20% de la población presentaba alguno de estos padecimientos.
Estudios para conocer la gravedad del padecimiento y descuentos para aquellos que no son fumadores y practican hábitos saludables pueden ayudar a reducir los costos de las primas para las personas que viven con hipertensión o diabetes.
No obstante, en un país donde existen alrededor de 12 millones de personas diagnosticadas con diabetes y más de 6 millones que viven la enfermedad sin un tratamiento ni diagnóstico, se plantea como pertinente reevaluar los lineamientos del sector asegurador, además de educar a la población en prevención de estos y otros riesgos.
Fuentes:
OECD, 2019.
El asegurador, Julio 2020.
Forbes, Junio 2020
Medisur, 2018
OECD, 2019