La escasez de microprocesadores ha impactado en la industria automotriz y electrónica tras interrupciones en la cadena de suministro sobre demanda y cierre de fábricas ocasionadas por el coronavirus. Los principales fabricantes de chips como Qualcomm o NXP Semiconductors NV advierten que 2021 será un año de escasez global.
Además de las graves pérdidas humanas y económicas, la pandemia por la COVID-19 y las restricciones sanitarias han provocado estragos importantes en la industria automotriz y electrónica, que tras las interrupciones en la cadena de suministro, la sobredemanda de artículos electrónicos y el cierre de fábricas, enfrentan una escasez de chips de computadora, lo que retrasa y restringe la fabricación de autos, consolas, pantallas, teléfonos y otros artículos de alta demanda.
Los chips o microprocesadores de computadora son piezas claves para alimentar diversos productos electrónicos como consolas de videojuegos, celulares, etc. Asimismo, son necesarios para que funcione la conexión Bluetooth, el sistema de detección de colisiones y hasta el propio motor de un auto, por lo que, si su suministro se agota, toda la cadena de producción se detiene o se retrasa.
Empresas como Apple, Xbox y PlayStation han tenido que escalonar el lanzamiento de sus nuevos productos al no poder satisfacer la demanda. Otras como Samsung o Qualcomm, que fabrican procesadores y módems para teléfonos inteligentes, han reportado problemas para cumplir con los pedidos de chips de memoria que producen para sus propios productos y los de otras compañías.
Incluso, en algunos casos, las empresas se han visto obligadas a presentar sus nuevos productos sin que estos estén disponibles en el mercado por falta de abastecimiento en la cadena de producción.
No obstante, las industrias de tecnología no han sido las únicas con restricciones importantes, pues, de acuerdo con la revista Business Insider, después de la baja en ventas de vehículos en los primeros meses de la pandemia, la industria vivió un renacimiento económico, seguido por el “Armagedón de los chips”, ya que los nuevos modelos de automóviles pueden requerir más de 100 microprocesadores y los fabricantes no pudieron obtener los necesarios.
Aunque los principales productores de chips han invertido miles de millones de dólares para acelerar los procesos de fabricación, la inversión sigue siendo insuficiente, además de que se necesitan entre 18 y 24 meses para abrir una planta después de comenzar su construcción, por lo que cumplir cualquier orden que un fabricante de automóviles realice en estos meses podría tomar hasta 40 semanas.
Además de la escasez en ciertos productos, la consultora AlixPartners ha pronosticado que se producirán 250,000 mil vehículos menos en Estados Unidos durante los primeros meses del año y que la industria automotriz perderá 64.000 millones de dólares en ventas, siendo China el país que podría verse más afectado al ser el mayor fabricante de automóviles del mundo.
Ante esta perspectiva, los consumidores deben tener en cuenta que los tiempos de espera para ciertos modelos o artículos serán más extensos o podrán no estar disponibles por un tiempo indefinido. De igual manera, los productos podrían aumentar considerablemente o no mostrar rebajas en el tiempo esperado.
Fuentes:
Business Insider México, febrero 2021
Bloomberg, febrero 2021
BBC, febrero 2021
Silicon, diciembre 2020