La inversión en tecnología podría reducir los síntomas del burnout en los trabajadores, especialmente en un escenario pospandémico, de acuerdo con un estudio de Zendesk.
Hacerlo podría convertirse en una estrategia de bienestar físico y emocional para los colaboradores, uno de los retos de las empresas durante la contingencia sanitaria.
El burnout es el estado de agotamiento mental, físico y emocional ocasionado por altos niveles de estrés en el estilo de vida o insatisfacción laboral. Tiende a afectar más a personas con rasgos de personalidad como el perfeccionismo. De igual manera, afecta más a quienes trabajan en campos emocional y físicamente demandantes: profesionales de la salud y seguridad pública, por mencionar un par.
Aunque en sí mismo el síndrome de burnout no es considerado una enfermedad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo clasifica como un riesgo laboral, ya que puede ocasionar padecimientos graves y tener síntomas físicos como: dificultades para dormir o insomnio, dolores de cabeza, náuseas y vómitos, tensión muscular, entre otros.
Durante una charla del Foro Forbes Conecta Salud, el director de la Unidad de Potenciación Cognitiva y Salud Emocional de la SHA Wellness Clinic señaló que la pandemia ocasionó un alto incremento de casos de burnout a nivel mundial.
Las empresas deben estar atentas a este tipo de padecimientos y ofrecer herramientas a sus colaboradores para evitar el burnout, como programas de bienestar, una mayor comunicación, campañas de salud y, lo más importante, evitar las cargas de trabajo excesivas y respetar los días de descanso obligados.
Su informe “Tendencias de la experiencia del cliente 2021” indica que, en Latinoamérica, las solicitudes de los clientes han crecido 44%, lo cual ha implicado una mayor carga de trabajo y una gestión inadecuada de la misma. El motivo principal es la falta de tecnología para agilizar procesos y, en cambio, continuar con una marcada preferencia por los procedimientos manuales.
Un tercio de las empresas encuestadas que anteriormente dio baja prioridad a la inversión en tecnología, planea gastar más.
Fuentes: