En las últimas semanas, las lluvias no nos han dejado descansar. A propósito de ello, un dato interesante que nos comparte la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, la AMIS, es que las inundaciones en la Ciudad de México y su área conurbada provocaron daños económicos promedio de 20 mil a 160 mil pesos por automóvil afectado. ¿Preocupante, no? Y más preocupante saber que en todo el país únicamente tres de cada 10 vehículos tienen un seguro.
A veces desconocemos el alcance de nuestra póliza de seguros, por ello es importante saber que tanto las coberturas limitadas como las amplias cubren los riesgos derivados de la naturaleza. La AMIS recomienda revisar qué tipo de cobertura es la que se tiene.
Ahora bien, ¿sabemos qué hacer si sufrimos una inundación en nuestro auto a consecuencia de las lluvias? La principal recomendación para los automovilistas que tienen un seguro vigente es mantener la calma y cuidar primero su bienestar, con plena de confianza de que la compañía de seguros se encargará del daño material.
Si ya estás atrapado por la creciente de agua, la AMIS te recomienda:
- Apagar el vehículo; tomar tus pertenencias, documentos y dejar la unidad. Lo más importante es resguardar tu integridad física y la salud.
- Llamar a la compañía de seguros y notificar dónde, cómo y cuándo sucedió el percance; también debemos hacerle saber qué pasó con el vehículo.
- Evitar agravar el riesgo. Es decir, no intentar salir de la inundación, brincar la banqueta o subirse a un camellón; si no logras pasar puedes invalidar las coberturas, provocar daños a la unidad o generar otros daños, que deberás pagar de tu bolsillo.
- Presentar al ajustador la licencia de manejo, la póliza vigente o el número de la misma. Si no tienes tu póliza, pide a tu ajustador que te apoye para averiguar y obtener la información necesaria con la compañía de seguros.
- Considerar el deducible: en una póliza amplia, el deducible generalmente equivale a 5% del costo de la unidad; en la limitada, el desembolso es similar al de robo, que equivale al 10%.
Adicional a estas recomendaciones, hay tres puntos importantes que debemos considerar:
- No entrar al auto, aún cuando haya bajado el agua; tampoco debemos tratar de encenderlo o llevarlo a casa, porque eso puede condicionar los beneficios del seguro.
- Si estabas de visita o de vacaciones y fuiste afectado, sigue el procedimiento anterior y pregunta a la aseguradora qué derechos o beneficios complementarios tienes.
- Recuerda que las pólizas sólo cubren las inundaciones o daños cuando son «ajenos a la voluntad del conductor o asegurado».