Conocidos son los efectos de los fenómenos financieros y su afectación en la economía; desde los sectores productivos hasta los últimos consumidores, pasando por el de servicios de distinta índole incluyendo los financieros, que es donde se encuentra el sector asegurador.
En tanto el comportamiento del sector esté expuesto y afectado por esos factores que le son exógenos, es conveniente poner atención específica en medidas de promoción dirigidas puntualmente a la conservación y renovación de la cartera.
Si bien es cierto que en el Sector Asegurador, hay ramos que se comportaron de manera satisfactoria como es el caso de Vida Individual primer año, otros están amenazados por una baja disposición del público a contratar pólizas e incluso a renovarlas.
Los aspectos más importantes al respecto, constituyen el enfoque de la presente edición de D’Seguro.
Desde luego lo que ahí se encuentra tiene carácter sectorial y, por lo tanto, complementario a los esfuerzos que particularmente realicen las asociadas que operan los distintos ramos y especialidades del sector.
En particular, los canales de distribución con énfasis en los agentes de seguros, serán una pieza importante a ese respecto, ya que tienen la oportunidad de interactuar de forma directa con los contratantes de las pólizas. Un llamado a ello, se encuentra en la sección Intermediando de esta edición.