Ya ha pasado un año después de los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017 en la Ciudad de México, por ello la Asociación Mexicana de Seguros y Fianzas (AMIS) y la Asociación de Bancos de México (ABM), se han dado a la tarea de reunir a otros organismos, para crear nuevas políticas y fortalecer el aseguramiento hipotecario.
“La banca no va a asegurar el crédito, va a asegurar la propiedad”, aseguró Marcos Martínez Gavica, presidente de la ABM.
Con la colaboración de otros organismos como la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), se generó una propuesta tangible con cuatro ejes principales.
Condiciones de la póliza. En este punto, la banca se compromete a mejorar la información que se le provee al asegurado antes de contratar su seguro hipotecario y se la añadirá al cliente la posibilidad de contratar un seguro básico con coberturas adicionales con un cargo extra.
Valores asegurables. En los nuevos créditos de vivienda la banca promoverá que la suma asegurada sea la más conveniente para su cliente. Se actualizará periódicamente el valor destructible del inmueble a fin de reconocer el valor de la vivienda, informando al cliente cuando esto suceda.
Seguro obligatorio. Al momento de la construcción de un edificio, la Ley de Propiedad de Condominio para la Ciudad de México, hace obligatorio contar con un seguro. Sin embargo, para tener un mayor seguimiento, se promoverá la contratación de una póliza para todo el inmueble, agilizando así el proceso de reclamo ante un siniestro.
Indemnizaciones y ayuda al acreditado. Las aseguradoras y la banca se coordinarán para que en caso de pérdida parcial, la indemnización sirva para mantener en condiciones habitables el inmueble. Se establecerá un canal entre bancos, organismos de vivienda y aseguradoras que permitan gestionar más rápido la reclamación de siniestros.