El 2018 estuvo marcado por riesgos meteorológicos, como huracanes, deslaves, granizadas y lluvias torrenciales, consecuencia del calentamiento global, por los que se pagaron 4 mil 633 millones de pesos en indemnizaciones, 14% más de lo que se pagó en 2017 y el 40% de lo que se destinó en total al pago de daños causados por fenómenos naturales.
Sin embargo, datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, el evidente aumento en las catástrofes, no ha sido incentivo suficiente para elevar los niveles de aseguramiento. Las primas de daños que incluyen riesgos hidrometeorológicos sumaron en 2018 un valor de 10 mil 865 millones de pesos, mientras que en 2017 la cifra fue ligeramente mayor, con 10 mil 870 millones de pesos.
En México, el 6.5% de las viviendas están aseguradas por iniciativa de sus dueños, 5% de las microempresas, 15% de las compañías pequeñas y cerca de la mitad de las medianas y grandes, revelan datos de AMIS.
Es importante comentar que aún existe la falsa percepción de que los desastres naturales fuertes son esporádicos; sin embargo, hay eventos de menor magnitud que han generado grandes pérdidas y, tanto la ciudadanía como los gobiernos locales no asegurados tienen que solventar el costo de los daños» -Recaredo Arias, Director general de la AMIS.
Para la temporada de huracanes 2019, que inició a mediados de mayo en el Océano Pacífico y el 1 de junio en el Atlántico, se espera que impacten en el país cerca de 33 eventos hidrometeorológicos, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua). De ellos, 14 serían tormentas tropicales y el resto huracanes, desde categoría 1 a 5 en la escala Saffir-Simpson.