En solo una semana los casos por coronavirus entre la población asegurada subieron un 29%, la cifra fue de 701 casos presentados al 4 de mayo a 901 al 11 de mayo. Lo que propició un aumento del 40% en la cantidad invertida en los pagos por indemnizaciones de seguros de gastos médicos, yendo de 273.2 millones a 380.4 millones.
Algunos de los servicios más requeridos por los asegurados han sido el internamiento hospitalario, el ingreso a la unidad de cuidados intensivos y otros tratamientos no especificados, del total de los pacientes solo 5 han requerido intubación con ingreso a UCI y 15 tratamiento ambulatorio.
A pesar de que algunos hospitales públicos ya han presentado insuficiencia de espacio, Sofia Belmar asegura que hasta ahora se ha mantenido una estrategia de comunicación con la asociación de hospitales para que constantemente se estén actualizando las cifras de ocupación y esto les permita referir adecuadamente a los pacientes.
Hasta el momento, casi todas las aseguradoras han cubierto los gastos por coronavirus sin ninguna limitación extraordinaria a las estipulaciones generales de las respectivas pólizas y se aseguró durante la conferencia de prensa que se seguirán atendiendo los casos de COVID-19 que se presenten aun pasando la emergencia.
Por su parte, la presidenta de la AMIS reiteró su interés en crear las condiciones adecuadas que poco a poco permitan un crecimiento en el porcentaje de personas que pueden acceder a una atención médica privada: “esta pandemia nos está dando la lección de que es importante que el individuo tenga más opciones de atenderse, sea en salud pública o en privada, sobre todo, en una situación en la que se requieren servicios de emergencia, accesibilidad y otra serie de cuestiones que pueden ser la diferencia entre la vida y un mejor restablecimiento”.
En México solo el 8.5% de la población cuenta con una póliza de gasto médicos y ante la pandemia, únicamente el 2.2% de los infectados han estado asegurados, lo que hace evidente que aún se cuenta con una gran oportunidad para que, por un lado, se haga mucho más accesible la adquisición de un seguro, y por otro lado, se genere entre la población una mayor conciencia sobre la importancia de la planeación financiera.
Fuente: AMIS, mayo 2020